7/30/2006

Historia sin Nombre IV

En éste rostro sonriente el gris del cielo,


Y las preguntas siguen sin tú respuesta, porque yo me encargo de contestar a diestra y siniestra, de hacer y deshacer sin ti, aunque quisiera saber de ti, de tus pensamientos salidos de tú propia boca. Claro no olvido y agradezco a esa boca que me habla de ti, sin tener la seguridad que todo lo que ella diga sea verdad, porque mi presencia no es la más grata. Los recuerdos de conocernos a destiempo son demasiados, llegamos tarde a nuestras vidas, y ellos nos los recordaban a cada instante, por eso no creo en esa boca que hoy me habla de ti. Sí, quiero saber de tus pensamientos salidos de ti, frente a mí.
Y conocí el amor a destiempo, a deshora, en el momento equivocadamente preciso y la lucha empezó ahí, contra tiempo, contra todo, contra todos. Pero el final se veía venir, vivimos con la sombra del adiós (y lo maldigo de nuevo y lo maldeciré hasta la muerte) sombra aliada de todos. Hasta llegar a la despedida definitiva, lo supe sin que me lo dijeras, lo sentí en el tacto de tu mano en mi pierna, en tus besos temerosamente distantes, las palabras estaban de más, era la despedida, la última noche, más no imagine la prontitud de tu adiós, pero lo sabía, lo sabíamos, aquella noche en mis besos, mis caricias y en mi humedad iba el inevitable adiós.
Por eso puedo hablar del dolor, sí señores puedo hablar del dolor, véanme soy una simple mortal, conocí el amor y sé que es el martirio de no tenerlo, de verlo dar la vuelta sin dejar nada más que recuerdos, de conocer la soledad rodeada de gente y la soledad de estar completamente sola, sonreír sin tener ganas de hacerlo, llorar cuando las lágrimas se agotan, añorar y pedir a la vida que regrese, del olvido de ser olvidado, de recordar a quien se quiere olvidar, de pedir olvidar y recordar, sí puedo hablar de amor y desamor, lo acepto, así como también acepto que aunque odio el adiós y el haberte conocido a destiempo si regresará esta vida volvería a hacerlo, lo repetiría, mandaría a volar al mundo entero, caminaría contra marea, maldeciría las despedidas que tanto aborrezco, viviría de nuevo ésta vida que he elegido, volaría sin alas aunque la caída en concreto duela de nuevo, lo volvería a hacer aunque me llamen bruta, tonta ó ciega, eso, eso no me importa, no me arrepiento de nada, por eso he confesado a gritos tantas veces, aunque me odien por ser como soy, aunque maldigan mi existir, aunque no sea monedita de oro. Sí, volvería a vivir en el pecado, y a gritos les repito, que tire la primera piedra quien este libre de él, es por eso que ninguna pedrada borrará y purificará lo vivido. Sí, volvería a amarte, a mojar tus sabanas y manchar tu colchón, aunque después al dar la vuelta las preguntas sigan sin tú respuesta y yo me encargue de contestar a diestra y siniestra, sin saber de tus pensamientos salidos de ti frente a mí, y termine escribiendo como lo hago ahora.

7 de Junio de 2006

2 Comments:

Blogger Antonio said...

Es bueno no arrepentirse... yo me guardo mis piedras y tampoco me arrepiento...
muchos saludos...!

6:51 p.m.  
Blogger Zianya Luna said...

Claro, si me arrepintiera de lo vivido mi realidad sería distinta
y no la cambio por nada....

Saludos Antonio y bienvenido a Tj!!!

2:14 p.m.  

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